Profesora muere cuatro días después de recibir vacuna contra el covid-19

Una profesora de inglés de 62 años, Anna Maria Mantile, murió en Nápoles pocos días después de recibir la primera dosis de la vacuna AstraZeneca contra el Covid y ahora los miembros de su familia quieren saber qué sucedió. La mujer enseñaba inglés en la escuela secundaria Cesare Pavese en via Domenico Fontana en la zona montañosa de Nápoles.El sábado 27 de febrero le inyectaron la dosis de la vacuna AstraZeneca, como a muchos otros profesores que se están sometiendo a vacunaciones anti-Covid en la Mostra d'Oltremare en este período. La profesora había experimentado síntomas de agotamiento (incluido entre las reacciones adversas) y náuseas; se había puesto en contacto con el médico de cabecera que había concertado un primer tratamiento con un goteo para hidratar el cuerpo. Unas horas más tarde, el agravamiento repentino: problemas respiratorios, paro cardíaco y, lamentablemente, muerte.Los familiares, consternados, presentaron una denuncia ante los carabineros de la empresa Vomero. Los militares ordenaron la incautación del cuerpo y la autopsia del cuerpo de la mujer: esta última fue fundamental para comprender la causa exacta de la muerte.

¿Relación entre la vacuna y su muerte? Por el momento no se excluye ninguna hipótesis, pero la posible correlación entre la muerte y la vacuna está por determinar: solo el examen de autopsia podrá esclarecer la muerte de la mujer. El fiscal de turno en la Fiscalía de Nápoles ha sido informado del asunto y espera los resultados médicos para determinar si se debe seguir adelante y cómo hacerlo.La noticia de la muerte del hombre de 62 años ha estallado y entre los profesores y en las redes sociales: en los chats de Whatsapp de la escuela de profesores napolitanos no hablamos de otra cosa: de hecho estos días los profesores de Campania están llamados a someterse a la vacuna e incluso si nada se aclara al respecto y no se establece -no podía ser de otra manera- ningún vínculo causal entre la inoculación y la muerte, la historia corre el riesgo de asustar a muchos profesores que están esperando para someterse a la primera dosis de AstraZeneca. 

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