
¿Por qué la marcha nupcial es tan popular en las bodas?
Una tradición musical que viene del teatro y conquistó al amor

Do, Re, Mi-L datos portada
Seguro la has escuchado: suena solemne, triunfal y anuncia el momento más esperado en muchas bodas. La marcha nupcial que conocemos viene de la obra Sueño de una noche de verano de Mendelssohn, escrita en 1842. Aunque nació como música incidental para una obra de teatro, pronto se volvió favorita para ceremonias religiosas gracias a su tono festivo y elegante.
Su gran salto a la fama llegó en 1858, cuando la princesa Victoria de Inglaterra decidió usarla en su boda. Como era parte de la realeza, marcó tendencia y muchas parejas comenzaron a adoptarla, extendiéndose por Europa y después al resto del mundo.
Hoy, aunque existen muchas canciones románticas modernas que las parejas eligen, la marcha nupcial sigue siendo uno de los símbolos musicales más universales del matrimonio. Combina la solemnidad del rito con la alegría de la celebración, y por eso ha sobrevivido más de 150 años.
👉 Dato curioso:
La otra marcha famosa para bodas es la compuesta por Richard Wagner en su ópera Lohengrin (“Aquí viene la novia…”). Sin embargo, en algunas iglesias está prohibida porque Wagner usaba su música con significados muy distintos a lo religioso.

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