Cómo la música afecta tu percepción del tiempo
Do, Re, Mi-L datos portada
La música no solo nos mueve el corazón, también puede engañar a nuestro reloj interno. Estudios en psicología han demostrado que el tempo, la intensidad y la familiaridad de una canción pueden alterar la manera en que percibimos el paso del tiempo.
Ritmos rápidos y canciones animadas pueden hacer que el tiempo parezca pasar volando, ya que mantienen tu cerebro ocupado procesando estímulos constantes. Ejemplo: en el gimnasio, una playlist llena de Can’t Stop the Feeling! – Justin Timberlake o Titanium – David Guetta ft. Sia puede hacer que una sesión de 40 minutos se sienta mucho más corta.
Música lenta o ambiental puede estirar la sensación del tiempo. En spas, piezas como Weightless – Marconi Union o música instrumental con menos de 60 BPM ayudan a que una hora de masaje se perciba como un descanso larguísimo.
Canciones familiares también distorsionan el tiempo: si cantas de memoria un tema que amas, como Bohemian Rhapsody – Queen, puedes perder la noción de los minutos porque tu atención está totalmente inmersa en la experiencia.
💡 Dato curioso:
En tiendas y restaurantes, el ritmo de la música se ajusta estratégicamente: un tempo rápido acelera el consumo y la rotación de clientes; uno lento invita a quedarse más tiempo… y gastar más.
Así que la próxima vez que digas “¡Wow, se me fue el tiempo volando!”, revisa qué estaba sonando de fondo. Quizá tu reloj interno estaba bailando al ritmo de la música.
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