El Alzheimer deteriora poco a poco la memoria, el lenguaje y el sentido del tiempo. Pero algo increíble sucede con la música: muchas personas que no recuerdan su nombre o dónde están… sí pueden cantar canciones de su juventud o mover los pies al ritmo de una melodía conocida.

Esto se debe a que la música activa partes del cerebro menos afectadas por la enfermedad, como las áreas vinculadas a la memoria emocional o auditiva. Y lo más bonito: no solo recuerdan, también conectan. Surgen sonrisas, lágrimas, frases cantadas… momentos de lucidez.

Hoy en día existen programas de musicoterapia personalizada, donde a los pacientes se les dan audífonos con playlists construidas a partir de su historia de vida musical. El cambio emocional y cognitivo puede ser impresionante.

🎧 Dato curioso:

Una canción del pasado puede desbloquear recuerdos más eficientemente que una fotografía. ¡Tu playlist es un álbum emocional!