La rivalidad entre el legado del Príncipe de las Tinieblas, Ozzy Osbourne, y el cofundador de Pink Floyd, Roger Waters, ha escalado a un nuevo nivel. La familia Osbourne ha llevado su furia a la moda al lanzar una playera de edición limitada en la tienda oficial de Ozzy, la cual se burla abiertamente del músico británico.

Esta acción es la respuesta más reciente y creativa a los comentarios despectivos que Waters hizo sobre la carrera y la música de Ozzy Osbourne tras el fallecimiento de este último en julio.

“Another Prick in the Wall”: La Camiseta de la Venganza

La playera, que solo estará disponible para su compra en línea por 48 horas, lleva el título de “Another Prick in the Wall Tee”. Este es un juego de palabras directo y ofensivo que parodia el icónico éxito de Pink Floyd, "Another Brick in the Wall".

Pero el diseño va más allá del eslogan. En la parte posterior, la prenda muestra una figura con una camiseta de Ozzy orinando (con un chorro de arcoíris) sobre la portada del legendario álbum The Wall de Pink Floyd.

La Llama que Encendió Waters

La polémica se originó cuando Roger Waters menospreció públicamente el trabajo de Ozzy Osbourne y su banda, Black Sabbath. En una entrevista, Waters comentó que la carrera de Osbourne se centró en la “idiotez y sinsentido” en televisión.

“La música, no tengo ni idea. Me importa un carajo”, declaró Waters. Y añadió sobre Black Sabbath: “Me da igual, nunca me importó. No me interesa morder cabezas de pollos ni lo que sea que hagan”.

La Fuerte Respuesta de la Familia

Las declaraciones de Waters provocaron una furiosa reacción de los Osbourne. En un reciente episodio del podcast The Osbournes, la familia se desahogó contra el ex Pink Floyd.

Jack Osbourne, hijo de Ozzy, no dudó en atacar a Waters en redes sociales y reiteró la opinión de su padre: “Hey Roger Waters, que te jodan. Qué patético y desconectado de la realidad te has vuelto. La única forma en la que pareces llamar la atención hoy en día es vomitando mierda en la prensa. Mi padre siempre pensó que eras un capullo. Gracias por demostrar que tenía razón”.

Por su parte, Sharon Osbourne fue igual de incisiva, llamándolo un “ser humano triste, irrelevante, viejo y miserable”. La mercancía, que se vende a un precio que ronda los 41 euros (dependiendo del cambio), es la manifestación física de este conflicto que ha dividido a los fans del rock clásico.