La legendaria banda The White Stripes ya forma parte del Salón de la Fama del Rock & Roll, marcando un hito para el dúo que revolucionó el garage rock a inicios de los 2000 con temas como Seven Nation Army, Fell in Love with a Girl y Dead Leaves and the Dirty Ground. Sin embargo, su inducción llegó sin una reunión en el escenario, algo que los fans esperaban desde hace años.

Aunque Meg White no asistió a la ceremonia, Jack White se presentó para recibir el reconocimiento y agradeció en nombre de ambos, rindiendo homenaje a la historia y el legado del grupo que redefinió la música alternativa con solo una guitarra, una batería y una estética inconfundible.

Durante su discurso, Jack expresó:

“Este reconocimiento es para los dos. Nada de lo que se logró hubiera sido posible sin Meg.”

El músico también aprovechó para reconocer la conexión artística que mantuvieron como banda, más allá del ruido mediático que siempre los rodeó.

“Lo que vivimos y creamos juntos fue único. Estoy agradecido por cada canción, por cada escenario y por cada persona que nos acompañó en el camino.”

La ausencia de Meg White, quien mantiene una vida reservada lejos de la industria musical desde la disolución del grupo en 2011, generó debate entre los fans. Muchos la defendieron en redes sociales, recordando su impacto rítmico y su estilo minimalista que definió el sonido del dúo. Otros lamentaron que no se diera ese esperado reencuentro.

Aun así, el momento fue celebrado como una victoria para la banda y para quienes consideran a los White Stripes una de las propuestas más influyentes del rock moderno. El ingreso al Salón de la Fama reconoce su enorme impacto cultural y la manera en que inspiraron a nuevas generaciones de músicos con su energía cruda, su estética retro y su sonido inconfundible.