
¿Pueden los colores sonar?
La sinestesia y el extraño cruce entre música y sentidos

Do, Re, Mi-L datos portada
La música no solo se escucha, también puede verse, sentirse e incluso saborearse… al menos para algunas personas. Esto ocurre gracias a la sinestesia, un fenómeno neurológico en el que los sentidos se mezclan. En el caso musical, hay quienes al escuchar una nota, un acorde o incluso una canción completa, perciben colores, texturas o formas visuales que se activan de manera automática en su mente.
Lejos de ser un mito, está documentado que grandes compositores como Franz Liszt o Olivier Messiaen describían los colores de las armonías mientras componían. Liszt pedía a su orquesta que tocara “más azul” o “menos rosa”, mientras que Messiaen aseguraba que ciertos acordes eran como vitrales luminosos. Hoy en día, la neurociencia respalda que la sinestesia ocurre por una mayor conexión entre áreas cerebrales que normalmente trabajan por separado.
Aunque solo un pequeño porcentaje de la población la experimenta, la sinestesia musical nos recuerda que la música no vive solo en el oído: puede convertirse en un espectáculo multisensorial. Incluso quienes no tienen sinestesia a veces la rozamos: ¿nunca te ha parecido que cierta canción es “oscura”, “brillante” o “dorada”? Esa forma de hablar nos acerca un poquito a esa experiencia.
👉 Dato curioso:
El cantante Pharrell Williams tiene sinestesia y asegura que cuando escucha o crea música, inmediatamente ve colores brillantes que lo inspiran a componer.

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