La disputa entre el ícono del reguetón Daddy Yankee (Ramón Luis Ayala Rodríguez) y su exesposa Mireddys González Castellanos sumó un nuevo capítulo este lunes, cuando la mujer interpuso una nueva demanda civil por 50 millones de dólares en el Tribunal Federal de San Juan, en Puerto Rico.

Según la querella, presentada esta semana, González acusa al artista urbano de haber diseñado un plan para incumplir un acuerdo económico previo alcanzado tras su divorcio, y de haber eliminado o revertido el depósito que le correspondía por concepto de dividendos corporativos que le habían sido asignados.

De acuerdo con los documentos judiciales, las compañías El Cartel Records y Los Cangris, Inc. —empresas vinculadas al cantante— aprobaron en diciembre de 2024 resoluciones para repartir 100 millones de dólares en dividendos entre González y Ayala Rodríguez, dejando 50 millones para cada uno.

Sin embargo, la demanda señala que, menos de 24 horas después de que el dinero fuese acreditado en la cuenta personal de González en Oriental Bank, esos fondos fueron revertidos y eliminados, lo que sugiere, según la parte demandante, un supuesto plan “coordinado” entre el cantante y la entidad financiera FirstBank para privarla de su parte correspondiente.

Por esta razón, Mireddys González no sólo reclama la restitución inmediata de los 50 millones de dólares, sino también daños compensatorios y estatutarios, medidas cautelares para evitar nuevas interferencias, y una declaración judicial que establezca que la reversión de fondos fue ilegal y no autorizada.

Además de Daddy Yankee, la demanda incluye a FirstBank y Oriental Bank como codemandados, acusándolos de colaborar en la cancelación de la transferencia sin contar con la autoridad legal o corporativa necesaria para hacerlo.

Este nuevo litigio se da tras la culminación del proceso de divorcio de la pareja, que oficializó su separación en febrero de 2025 luego de casi tres décadas de matrimonio y con dos hijos en común. El conflicto por el manejo de las corporaciones vinculadas al artista se inició desde finales de 2024, cuando surgieron acusaciones cruzadas sobre movimientos financieros y la supuesta eliminación de archivos corporativos.

La demanda representa un escalamiento significativo en la batalla legal entre los dos, después de que Daddy Yankee, en ocasiones anteriores, también emprendiera acciones judiciales relacionadas con la administración y control de sus empresas.