Gerardo Ortiz Medina, cantante de regional mexicano conocido por sus narcocorridos, se declaró culpable ante una corte federal de Estados Unidos por participar en al menos seis conciertos organizados por promotores ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), violando la Ley Kingpin que prohíbe transacciones con personas designadas como traficantes extranjeros significativos.

Como parte de un acuerdo con el Buró Federal de Investigaciones (FBI), Ortiz aceptó colaborar como testigo en el juicio contra Ángel del Villar, su exmánager y fundador de Del Records, quien fue declarado culpable por realizar negocios con narcotraficantes y enfrenta una posible condena de hasta 30 años de prisión y una multa millonaria.

Durante el proceso, el FBI entregó a Ortiz una citación en el aeropuerto de Phoenix en abril de 2018, advirtiéndole que tenía prohibido actuar en conciertos organizados por Jesús Pérez Alvear (alias “Chucho Pérez”), promotor sancionado por lavado de dinero. A pesar de ello, Ortiz prolongó su participación en shows organizados bajo su representación.

De acuerdo con documentos judiciales revelados por medios como Milenio, Ortiz accedió a actuar en conciertos para protegerse legalmente, y llegó incluso a cancelar su vuelo a la Feria de San Marcos en un primer intento de evitar consecuencias, pero su exmánager insistió para que el evento continuara.

Un extracto del testimonio detalla:

“La realidad es que Ortiz había cancelado su vuelo… cuando Del Villar intervino para asegurar que se presentara como estaba planeado”.

Tras su cooperación, Ortiz evitó prisión y obtuvo libertad condicional: pagó una fianza de 10 000 dólares y acordó testificar como testigo clave en el juicio, facilitando el procesamiento contra Del Villar.

Su abogado declaró ante Rolling Stone que Ortiz testificará con veracidad y bajo la garantía de su abogado:

“El Sr. Ortiz ha declarado verazmente sobre presentaciones en conciertos en México pactados por promotores con los que la OFAC había prohibido hacer negocios”.