Cuando escuchamos música, no solo se activa la zona auditiva del cerebro. También se encienden áreas relacionadas con la memoria, las emociones, el movimiento, el lenguaje y hasta la atención. Por eso una canción puede hacernos recordar personas, lugares o momentos con muchísimo detalle, incluso años después.

La música funciona como una especie de “llave” que conecta distintas redes neuronales al mismo tiempo, algo que muy pocos estímulos logran hacer.

👉 Dato curioso:

Las personas con Alzheimer pueden olvidar nombres y rostros, pero muchas veces siguen recordando canciones de su juventud y pueden cantarlas completas, porque la memoria musical se almacena en zonas del cerebro que se deterioran más lentamente.