La música y las emociones
Portada de Do Re Mi-L
La música puede influir directamente en el estado emocional de una persona porque imita patrones de la voz humana: tempos rápidos se asocian con entusiasmo o alegría, mientras que tempos lentos y tonos graves suelen relacionarse con calma o tristeza. Por eso se usa música en terapias, en cine y en espacios públicos para provocar ciertos estados de ánimo, desde relajación hasta motivación o tensión.
Por ejemplo, en muchas películas, una misma escena puede sentirse romántica, triste o aterradora dependiendo únicamente de la música que la acompaña, incluso si la imagen no cambia.
👉 Dato curioso:
Escuchar música que nos gusta puede provocar la liberación de dopamina en el cerebro, el mismo neurotransmisor asociado al placer y la recompensa.
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