
¿Qué pasa en el cerebro cuando escuchamos una canción triste?

Do, Re, Mi-L datos portada
Escuchar una canción triste no solo “pega en el cora”… también activa una sinfonía de procesos en el cerebro. Estudios con neuroimagen han demostrado que cuando escuchamos música melancólica se activan regiones como la amígdala (relacionada con emociones como el miedo y la tristeza), la corteza prefrontal (donde procesamos nuestras decisiones y reflexiones) y el hipocampo, que conecta directamente con la memoria.
Pero aquí viene lo interesante: aunque la canción sea triste, el cerebro también puede liberar dopamina, el neurotransmisor del placer. ¿Por qué? Porque hay algo hermosamente trágico en ciertas melodías que nos ayuda a procesar lo que sentimos. Es como si la música nos permitiera llorar sin juicio, soltar sin tener que hablar. A eso se le llama placer estético: sentir emociones profundas y complejas, pero de forma segura.
🎧 Dato curioso:
Las personas más empáticas tienden a disfrutar más la música triste. Es como si tuvieran una antena emocional extra que sintoniza mejor con las melodías nostálgicas.

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