
El ritmo en tu corazón: ¿la música puede cambiar tus latidos?

Do, Re, Mi-L datos portada
Aunque suene a metáfora, la música realmente puede hacer que el corazón cambie su ritmo. Literal. Al escuchar una canción, no solo vibran tus emociones… también se ajusta tu cuerpo entero. Estudios han demostrado que la música puede acelerar o desacelerar la frecuencia cardíaca, modificar la respiración e incluso influir en la presión arterial.
Por ejemplo, si escuchas música con un tempo rápido (como electrónica, reguetón o rock), tu corazón tiende a latir más deprisa, como si se sincronizara con el ritmo. En cambio, canciones suaves, con tempo lento (como baladas, música instrumental o clásica), tienden a bajar el ritmo cardíaco y relajar el cuerpo.
Este fenómeno se llama entrainment o sincronización fisiológica, y tiene aplicaciones reales: desde terapia para pacientes con ansiedad hasta técnicas de relajación guiadas por música. Y no es solo un efecto pasivo: elegir la música correcta puede ayudarte a prepararte mental y físicamente para una actividad… o para descansar mejor.
🎧 Dato curioso:
En cirugías cardíacas se ha utilizado música clásica en quirófano… ¡para ayudar a estabilizar el ritmo cardíaco de los pacientes!

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