Belinda ofreció un espectáculo que quedará en la memoria de sus seguidores. Con más de 35,000 personas en el Foro Principal, la artista rompió récord de asistencia mientras luchaba contra una lesión en la rodilla. 

Desde su apertura con “Indómita”, Belinda arrancó con energía y una conexión inmediata con el público. (“¿Cómo está Guadalajara? No saben lo feliz que estoy de estar aquí”), dijo antes de continuar con clásicos como “Ángel” y “Bella Traición”. 

Uno de los momentos más emotivos de la noche ocurrió durante la interpretación de “Luz sin gravedad”, cuando la cantante, visiblemente conmovida, no pudo contener las lágrimas mientras los fans encendían sus celulares para cantarla junto a ella. 

Antes del espectáculo, Belinda confesó que había atravesado un mes difícil por su rodilla: “He estado en el hospital, me da mucho miedo operarme la rodilla… pero no había manera de cancelar este concierto, porque ustedes me dan la energía que ningún doctor puede igualar”. Y aunque el dolor se hizo evidente —“Me duele cabrn… Duele cabrn. Estoy bien” dijo en medio del show— continuó cantando sin pausa y obtuvo una ovación inmediata. 

La cantante no solo demostró profesionalismo, sino que también celebró el récord alcanzado: “Me acaban de dar la sorpresa de que oficialmente rompimos récord (…) con más de 35 mil personas. Gracias gracias gracias. Me hicieron hasta llorar de felicidad”, escribió en sus redes. 

El repertorio de más de 25 temas incluyó una mezcla de géneros —pop, rock-pop, electrónica, tumbados— y destacó por el momento “Sapito versión tumbado”, que sorprendió por su giro audaz. El final del show fue contundente: tras “Jackpot” y “Canción para Regresar”, cerró con una versión cumbiera de “Amor a Primera Vista” que puso a todo el recinto de pie. 

Belinda demostró en Guadalajara que su vínculo con el público es sólido, que puede transformar la adversidad en energía escénica y que sigue siendo una de las voces más queridas del pop latino. La rodilla dolía, sí, pero la música no paró.